Brasil era la favorita pero se encontró con el gran corazón de los croatas que nunca se rinden. Y es que el partido fue emocionante. Neymar frotó la lámpara y marcó un golazo en el tiempo extra y cuando todo parecía estar liquidado al final apareció Petkovic para empatar.
En los penales fue otra historia. Croacia tomó el mandó y lo pateó con más convicción. El gran héroe fue el arquero Livakovic que atajó a Rodrygo el primer penal y también tuvo atajadas claves durante el partido.
El equipo 'ajedrezado' ya está en semifinales por segundo Mundial consecutivo y se ilusiona hacia una nueva final. Croacia no se rinde jamás aunque a Neymar le cuesten lágrimas de desconsuelo.