E
l estadio Carlos Vernaza y Vereda Tropical traen gratos recuerdos para el hoy retirado Antonio Valencia, allí rememora su dura infancia en Lago Agrio y sus primeros 'pininos' en la lucha por hacerse un espacio en la cúspide del fútbol mundial.
Para empezar, Vereda Tropical es un estrecho pasaje del popular barrio Guayaquil ubicado en el sur de Lago Agrio. Al final de la estrecha calle se levanta la casa de los Valencia- Mosquera, en donde nació y creció ‘Toñito', en la actualidad únicamente es habitado por su padre ahuyentado por el frío de Quito donde reside el resto de su familia.

Cuando el ‘Toño’ era un niño y la fama aún estaba lejos de su vida, el Carlos Vernaza era una cancha de tierra, repleta de piedras en donde diariamente muchísimos futbolistas estaban dispuestos a todo por ganar apuestas, cuando aún circulaba el sucre.
En 1999, el ‘Papi’ lo vio jugando en la polvorienta cancha del Carlos Vernaza y el' flechazo' fue directo, al ver un volante flaquito con cara de chico malgenio. Habló con su madre, Teresa, e inmediatamente lo llevó a entrenarse en las canchas de la Federación Deportiva, donde Valencia empezó a mejorar sus remates con las dos piernas y defender mejor la pelota.
Luis Antonio Valencia era un ‘crack’ desatado que asombraba a todos en las olvidadas canchas amazónicas. Por ese tiempo, una de las ex glorias de El Nacional, José Villafuerte, llegó a trabajar en la zona junto con Perlaza, quiénes reclutaban 'muchachos' para las inferiores de El Nacional.
Valencia tenía 16 años y cursaba el tercer curso del colegio Juan Jiménez. El fútbol pudo más para él y una noche decidió irse de su casa a Quito en búsqueda de su sueño, con maleta en mano viajó con su amigo Mauricio Cabezas. únicamente se despidió de su madre y hermana, siendo su padre el último en enterarse de la noticia.
No tuvo problemas para superar las pruebas físicas y futbolísticas y quedarse en la categoría Sub 16. Recibía USD 50 dólares y vivió en la pensión criolla, allí conoció a los que serían sus amigos para el resto de su vida, Christian Benítez y Pedro Quiñónez.

Todos juntos eran las prometedoras figuras del equipo. Valencia tuvo que trabajar dos semanas para mejorar su físico y rápidamente se puso a la par de sus compañeros. El 'Toño' jugó 23 partidos con la Sub 20 y pese a ser volante marcó 17 goles.
Su ascendente carrera no se detuvo. A mediados de 2003, el técnico Dragan Miranovic miró un partido de Valencia ante Barcelona SC en Guayaquil e inmediatamente dio una orden tajante a Baldeón: “Olvídate de este jugador. Se viene a trabajar conmigo a la Primera.
La historia ya es conocida, Valencia se consolidó en el primer equipo y jugó con uno de sus mayores ídolos, Édison Méndez. Esa fue la primera vez que se juntaban en el medio campo.

Sus éxitos en El Nacional lo llevaron a debutar con goles en Ecuador y meses después a consagrarse campeón del torneo Clausura de 2005 en donde estaban David Quiroz, Christian Benítez, Pedro Quiñónez, entre otros. La gloria empezaba a sonreírle al 'Toño'.
(VIDEO)Valencia habla de sus primero equipos
*Esta es la primera parte del Especial Antonio Valencia, en los próximos días completaremos la historia completa con más reportajes. ¡No olvides en seguirnos en Facebook e Instagram!