Un triunfo del Chelsea que es especial. No solo por el delicado momento que estaba viviendo todo el equipo, sino porque especialmente su director técnico estaba en el limbo y este triunfo respalda el proyecto Graham Potter.
El equipo inglés fue mejor que el Dortmund en el global y eso se vio reflejado en el marcador. Un inspirado Kai Havertz señaló el camino de la remontada con su juego exquisito y elegancia.
Sterling marcó el primer tanto y luego el mimso Havertz de penal certificó la remontada con polémica. Y es que el alemán ejecutó la pena máxima y falló pero una invasión de área de los dos equipos obligó a repetirse, y lo pateó igual y marcó.
El Dortmund acusó las sesibles bajas que tuvo principalmente de Brandt, Adeyemi y su arquero Kobel. Los tres jugadores han sido pilares en la bena racha del equipo y sus reemplazantes no estuvieron a la altura. Les queda enfocarse en la Bundesliga.